30 de enero de 2015

(Quantitative Easing.)

¿Por qué se ha negado siempre Alemania, con uñas y dientes, a que el BCE pusiera en marcha un plan de QE (Quantitative Easing)? Porque no la beneficiaba en nada, pero sí que hubiera beneficiado y mucho a los países del Sur. ¿Y por qué ahora de pronto Alemania es una entusiasta de la QE, aunque cara a la galería disimula su entusiasmo? Porque la QE va a desactivar el poder de negociación de los países deudores. La clave de la QE y su razón de ser reside, precisamente, en los dos "defectos" que señala en su artículo Martín Seco. Hay que tener en cuenta que, a fecha de 2014 y según el Banco Internacional de Pagos, sólo en bancos alemanes hay la friolera de 355.000 millones de euros en deuda pública de países periféricos. Los bancos alemanes se lanzaron con voracidad a comprar deuda periférica a partir de 2012, cuando Draghi pronunció las famosas palabras "Haré lo que sea necesario...", etc. ¿Qué significa esto? Significa que dado el enorme crecimiento de la deuda periférica en la Eurozona en estos últimos años, ahora somos los deudores, y no los acreedores, quienes tenemos la sartén por el mango (hint: si tú debes 1.000 euros al banco y no pagas, tú tienes un problema; pero si debes 500 millones y no pagas el que tiene el problema es el banco), y ese poder de negociación hubiera permitido lo que es absolutamente necesario: la reestructuración de la deuda en la UE. Pero los dos "defectos" de la QE invertirán de nuevo las posiciones, pues permitirán que los bancos alemanes se desembaracen de gran parte de los 355.000 millones de deuda periférica, trasladando esa deuda (y el riesgo) a los bancos centrales de los distintos países. En resumen, la QE no es más que un grosero plan para que Alemania libere sus bancos de deuda periférica y trasladar el riesgo a los demás países. Así pues, ya puede incendiarse de nuevo la Eurozona, que los acreedores tan tranquilos. Y de reestructuración de la deuda, ni hablar. Martín Seco, en la última línea de su artículo, lo deja claro. Y si se quiere otra conclusión, podría ser ésta: Alemania hace y deshace lo que le da la gana, y siempre en su exclusivo beneficio.

Así pues, parece que va a seguir este sufrimiento, pues la deuda no es más que un instrumento de dominación y saqueo, y tiene la misma función que los cañones y las bombas en siglos pasados. Ahora bien, el enorme deterioro social y político que está afectando ya a todos los países de la UE, puede tener consecuencias imprevisibles. De ahí la trascendente importancia de apoyar a Grecia y su plan de negociación y reestructuración de la deuda, pues de su éxito o fracaso dependerá —creo que sin ánimo de exageración— el futuro de la UE y de todos nosotros.

 

Lecturas recomendadas
- Juan Francisco Martín Seco, BCE, tarde y a medias (29-1-2015)
 

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