19 de junio de 2017

(Fausto.)

—Sí, yo también soy de antes del capullo. Magnífico artículo de Cristina Fallarás. Pero quien subió el autobús hasta arriba del todo de no me acuerdo qué empinadísima calle de Torre Baró, para demostrar que sí podía subir el puñetero autobús hasta arriba, fue mi compañero del colegio y amigo Fausto Ramírez. Fausto era hijo de madre mexicana y entonces no tendría más de 15 o 16 años. Secuestró el autobús y lo plantó arriba. Para hacerse una idea, Torre Baró era entonces en Barcelona, a finales de los 60, lo más parecido a las favelas de Río de Janeiro, incluidas las cuestas imposibles. No sé qué habrá sido de Fausto, pero de algo estoy absolutamente seguro: no es de los que se dejan tomar el pelo ni muchísimo menos comulgan con ruedas de molino.

Lecturas recomendadas
- Cristina Fallarás, Hijos de mucho antes (19-6-2017)

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