27 de septiembre de 2017

(Constitución o Fuero de los Españoles.)

—Tal como están las cosas, si se reforma la Constitución yo creo que saldría el Fuero de los Españoles —dijo Melquíades—. Habrá que esperar a que el PSOE se aclare qué quiere ser cuando sea mayor. Y la elección es clara: o la España Una o la España democrática. Aunque también cabe simular que se está por la España democrática mientras se trabaja para la España Una, que es lo que está haciendo el PSOE. PSOE de Suresnes 100 %. Así que mi pronóstico es este: o hay un abandono masivo de votantes del PSOE hacia otras formaciones democráticas, o habrá regresión en España a un Estado autoritario como en Turquía. Porque este es el plan B, nada original, de la descerebrada oligarquía de este país. 

Así pues, habrá que esperar a que el PSOE deje de enredar, si es que le da la gana, que no creo. Es más: es imposible. Por lo tanto, en esas condiciones, en que la segunda formación política no representa a quienes dice representar, sino todo lo contrario, es el partido del Régimen y palanganero del PP, plantear una reforma constitucional puede ser una pesadilla. Habrá que medir muy bien las cosas. 

Estamos en un momento muy crítico, técnicamente constituyente (o regresivo), porque es el Estado lo que ha entrado en crisis, y lo que ocurra dependerá de lo que decida en último término la sociedad española, y dentro de ella es crucial lo que decidan los electores del PSOE. El dilema es claro, insisto: España Una o España democrática. O vamos hacia adelante o iremos hacia atrás. Nos jugamos el futuro de España como país democrático y como Estado de derecho. Y nadie confíe demasiado en Europa, porque la situación es de Caos global. Así pues, quienes están en los cerros de Úbeda o creen que "no pasará nada", mejor que aterricen, porque luego ya no será posible. Por de pronto, el PP, con el apoyo de los partidos de la derecha PSOE y C's, y bajo las órdenes de la oligarquía española (esa oligarquía depredadora que no va a soltar el BOE ni con agua hirviendo), ya ha iniciado la ofensiva involutiva hacia atrás, y a lo bestia, como es habitual en la derecha cafre española. 

Dicho esto, lo más importante es que la crisis de Estado no degenere en conflicto civil, como quizá le gustaría al PP y a la oligarquía a la que sirve. Esos berridos de "¡A por ellos, oé!" o el botellazo de Zaragoza, no auguran nada bueno. Tampoco hay que descartar que el Estado trate de provocar la violencia en Cataluña para justificar luego lo que sea. En los primeros años de la Transición la violencia vino siempre por parte de la extrema derecha y del Estado franquista (que se lo pregunten a Martín Villa), jamás por parte de los movimientos sociales y de protesta. Ahora bien, en este aspecto la última palabra y la determinante la tendrá la sociedad española, si le permite o no al Estado actuar como una banda criminal.

Adenda.Cómo será de "frentista" y descabezada la ofensiva del PP contra Cataluña, que hasta la Conferencia Episcopal Española se ha desmarcado absolutamente, en una nota que acaba de publicarse (ver "Declaración de la Comisión Permanente ante la situación en Cataluña"). El último episodio es esa campaña en las redes, con tuits y vídeos, sobre la "hispanofobia" de los independentistas catalanes. Podrá todo ello parecer ridículo a quienes conozcan Cataluña, pero no hay que tomarse a broma esos disparates (que recuerdan otras campañas del fascismo en Italia y del nazismo en Alemania en los años 20 y 30 del siglo pasado, de criminalización de importantes colectivos sociales), y menos si proceden de un partido que está en el gobierno del Estado. En una reciente entrevista, el historiador Josep Fontana, decía: "La incompetencia, o no sé si la voluntad deliberada de llevar las cosas a una situación tensa, es tan grande, que lo que me temo no es lo que pueda hacer la gente del procés [...]; lo que tengo miedo es lo que puede hacer el señor Rajoy." Esa última frase me puso los pelos de punta, y más dicha por alguien con los conocimientos de Josep Fontana. ¿Hasta dónde piensa llegar el gobierno del PP respecto de Cataluña? También Ada Colau se preguntaba lo mismo en su reciente intervención en Zaragoza.


Aconsejo leer el artículo de Javier Pérez Royo junto con otro más antiguo pero imprescindible: Poder constituyente y reforma de la Constitución española (2004).

Lecturas recomendadas
- Javier Pérez Royo, La reforma no es una opción sino una necesidad (27-9-2017)

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